miércoles, 19 de diciembre de 2018

Feliz Navidad

Durante estas vacaciones, no desconectéis del todo. Leed, leed mucho y vuestro cuerpo y mente os lo agradecerán, pues está comprobado que leer a diario aumenta la concentración, activa la memoria, ayuda a soñar, reduce el estrés y potencia la relajación.
Por no decir que es uno de los mejores remedios que se han inventado contra el aburrimiento.

Le hemos mandado una carta a vuestros padres para que conozcan la plataforma de préstamo Librarium y sepan utilizarla.
Como vosotros os estáis convirtiendo en expertos, explicadles como se realizan los préstamos si tienen alguna duda y animadles a que lean.

Si queréis recomendaciones de libros, visitad estas entradas del blog de la biblioteca que os pueden ser muy útiles: Literatura y Navidad , Literatura de Terror , Recomendaciones para leer y reír  y en general el archivo de entradas de nuestro blog.

Os deseamos unas felices Navidades y un próspero año lector 2019.

miércoles, 12 de diciembre de 2018

Mira que está lejos Japón

Somos muchos los enamorados de la extensa y rica cultura japonesa. Sus tradiciones milenarias, sus míticos Samuráis y temibles Ninjas, sus Kimonos y ritos sociales como la ceremonia del té o chadō; el Ikebana que es el arte de los arreglos florales; sus manifestaciones artísticas como la caligrafía o Shodō, los bellísimos grabados llamados Ukiyo-e; su pintura y escultura; su teatro Kabuki; su cerámica y objetos lacados; su arquitectura; su mitología, creencias religiosas y filosóficas; su gastronomía infinita…

Sin embargo, no sólo es deslumbrante su legado ancestral. Japón es también símbolo de modernidad, y nos ofrece unos contrastes no menos fascinantes. Es el país de los videojuegos, de los Otakus, del Manga y del Anime de Estudio Ghibli (creadores de Mi vecino Totoro, Porco Rosso, La Princesa Mononoke, El viaje de Chihiro, y tantos otros)


Por cierto, para disfrutar plenamente de las películas de Estudio Ghibli, es interesante conocer no sólo la historia, si no también los dioses y mitos de Japón.
A continuación os recomendamos algunos libros para acercarnos a este país fascinante, porque como dice la canción, de "No me pises que llevo chanclas": Mira que está lejos Japón 

Guía ilustrada de monstruos y fantasmas de Japón de Sekien Toriyama.

Terroríficos espectros y sorprendentes criaturas, kappa y otros animales sobrenaturales, yokai, demonios de lluvia y de niebla. Editorial Quaterni publica por primera vez en una lengua occidental la más famosa y reconocida recopilación de monstruos y fantasmas de la historia de Japón, obra cumbre de la mitología japonesa. Sekien Toriyama fue el primer artista en dibujar una antología o guía ilustrada de los mitos populares de la tradición nipona. Sus demonios y espíritus, originales de 1776, han perdurado hasta nuestros días pues suponen la única representación visual que existe de ellos. Por este motivo, son el origen de muchos de los personajes fantásticos que aparecen en los manga y anime de los siglos XX y XXI. Una obra de referencia tanto para los interesados en Japón como para los amantes de la novela gótica y de misterio.
Mitología Japonesa: Mitos, Leyendas y Folclore del Japón Antiguo de Masaharu Anesaki
En este libro, de la mano del erudito japonés Masaharu Anesaki, se ofrece un volumen completo y sistematizado sobre los principales temas del folclore nipón. Las historias son narradas con concisión, buscando tanto el entretenimiento del lector como establecer las conexiones conceptuales y religiosas que existen entre ellas.

Cuentos tradicionales de Japón de Richard Gordon Smith

Una completa antología de cuentos populares japoneses, en una edición exquisitamente ilustrada con 62 láminas a color. «Cuentos tradicionales de Japón» reúne una selección de leyendas históricas, narraciones de carácter mitológico y cuentos populares recopilados por Richard. G. Smith a lo largo de su estancia en Japón durante la Belle Époque. A través de sus páginas recorreremos el Japón mágico: fantasmas y espectros; reinos submarinos, amores no correspondidos; árboles y ríos habitados por los dioses sintoístas de la naturaleza; cuentos inspirados en el estricto código del honor samurái o relatos nutridos por las enseñanzas budistas y el espíritu zen.

Colección de cómics de Usagui Yojimbo de Stan Sakai 

Esta colección la podéis encontrar en la sección de cómics de nuestra biblioteca y el Librarium. La obra nos sitúa en un medievo japonés (siglo XVII) y narra las aventuras de Miyamoto Usagi, un conejo samurái que, tras la muerte de su señor, decide emprender un viaje de autoaprendizaje como rōnin. El personaje de Usagi está basado en el famoso ronin Miyamoto Musashi.

En el transcurso de sus andanzas conoce a multitud de personajes, recorre los caminos de su tierra, prestando siempre su ayuda a los indefensos, y viéndose envuelto en multitud de intrigas políticas y sucesos sobrenaturales, siempre en busca de la paz interior.

Kai-no-Hi de Kenji Miyazawa e ilustrado por David González

Es una selección de relatos poco conocidos por el público occidental que tienen a los habitantes de un bosque como protagonistas, en un conjunto de historias llenas de fantasía, enseñanzas y moralejas. Dirigido a niños de todas las edades a partir de 8 años.
Los relatos de Miyazawa Kenji se caracterizan por su sencillez y frescura. Se trata de esa sencillez propia de los cuentos infantiles que, en realidad, propone discursos más complejos que apuntan hacia la reflexión sobre las fronteras de la realidad y la fantasía y hacia la espiritualidad.

La fórmula preferida del profesor de Joko Ogawa e ilustrado por Montserrat Martín Juárez

Fenómeno social en Japón (un millón de ejemplares y otro millón en formato de bolsillo, película, cómic y CD) que desató un inusitado interés por las matemáticas, esta novela catapultó a Yoko Ogawa a la fama internacional. En ella se nos cuenta la historia de una madre soltera que entra a trabajar como asistenta en casa de un viejo y huraño profesor de matemáticas que perdió en un accidente la autonomía de su memoria (sólo le dura 80 minutos). Aislado socialmente y obsesionado por los números, el profesor se irá encariñando con la asistenta y su hijo de 10 años, con quien comparte la pasión por el béisbol, hasta que se fragua entre los tres una improbable historia de amor, amistad y transmisión del saber.

Pikunikku de Monika Baudišová y Jordi Trilla

Pikunikku (Pícnic japonés) es un libro ilustrado único sobre Japón, dirigido tanto a niños como a adultos, tengan o no los ojos rasgados. ¿Cómo es la vida cotidiana en Japón? ¿Qué se come? ¿A qué hora hay que irse a dormir? ¿Quiénes diablos son lo Otaku ¿Cuántas clases de sushi hay? ¿Qué cosas suculentas puedes comprar en un konbini? ¿Sabes usar un inodoro japonés? ¿Sabes lo que es un purikura? ¿Quién es Hackiko, el perro más conocido del país? ¿Vivirías en un hotel cápsula? Vida cotidiana, cultura pop, vida doméstica, tradición y folklore. Monika Baudišová, diseñadora gráfica y estudiante de japonés, vivió durante meses en Japón y mientras tanto dibujó montones de cuadernos llenos de ilustraciones sobre lo que aprendió, vio y comió. Divertido y sorprendente, Pikunikku muestra diferentes aspectos de la vida cotidiana, la gastronomía y la cultura japonesa con gracia y desparpajo.
La Felicidad de la familia de Osamu Dazay

El humor como elemento liberador, la compasión en los momentos límites, los sueños e inseguridades de los adolescentes, la resignación y el apego a la vida, las crueles secuelas de la guerra o los conflictos de una sociedad en crisis están presentes en estos ocho magníficos relatos que, a menudo protagonizados por el propio Dazai, demuestran un profundo conocimiento de la condición humana.

Banzai de Zofia Fabjanowsk- Micyk

¿Qué significa el círculo rojo de la bandera de Japón? ¿En qué isla japonesa llena de ciervos están prohibidos los nacimientos y los entierros? ¿Qué quieren decir los japoneses cuando se señalan la nariz? ¿Qué gato cósmico fue nombrado embajador de Japón? ¿Por qué en Japón los ladrones se quitan los zapatos antes de entrar a robar en una casa?
Este libro es un auténtico viaje por Japón. Con él aprenderás un montón de cosas sobre la lengua y la escritura japonesas, las costumbres en la mesa, la ceremonia del té, el kimono, el origami, las artes marciales, el manga y el anime, y muchas otras curiosidades que te sorprenderán.

Soy un gato de Natsune Soseki

«Soy un gato, aunque todavía no tengo nombre.» Así comienza la primera y más hilarante novela de Natsume Sōseki, una auténtica obra maestra de la literatura japonesa, que narra las aventuras de un desdeñoso felino que cohabita, de modo accidental, con un grupo de grotescos personajes, miembros todos ellos de la bienpensante clase media tokiota: el dispéptico profesor Kushami y su familia, teóricos dueños de la casa donde vive el gato; el mejor amigo del profesor, el charlatán e irritante Meitei; o el joven estudioso Kangetsu, que día sí, día no, intenta arreglárselas para conquistar a la hija de los vecinos. Escrita justo antes de su aclamada novela Botchan, Soy un gato es una sátira descarnada de la burguesía Meiji. Dotada de un ingenio a prueba de bombas y de un humor sardónico, recorre las peripecias de un voluble filósofo gatuno que no se cansa de hacer los comentarios más incisivos sobre la disparatada tropa de seres humanos con la que le ha tocado convivir.

El tren nocturno de la Vía Láctea de Miyazawa Kenji, ed. Satori

Con una cuidada edición, desde la bella portada, hasta la excelente traducción, pasando por una cubierta interior con el mapa del trayecto de este tren estelar, Satori Ediciones nos acerca a un autor muy querido por los japoneses. Miyazawa lleva décadas haciendo soñar a niños y mayores con sus historias mágicas y sensibles. Este volumen reúne tres de sus mejores relatos.

La ciudad del sol poniente de Kazumi Yumoto

La cuarta novela que recibimos de esta escritora nos lleva de ciudad en ciudad igual que sus protagonistas, una madre y su hijo que ruedan “como dos hojas transportadas por el viento”, hasta instalarse en la ciudad que da título al libro. Allí recibirán la visita del Viejo Teka. De la peculiar relación que se establece entre los tres, el niño conservará valiosos momentos que seguirán marcándole en el futuro. Una bonita historia familiar.

Finalmente, deciros que en Librarium podéis encontrar otros títulos relacionados con Japón como por ejemplo: Bushido de Inazo Nitobe, Kokoro de Soseki Natsume, Los tres secretos del samurai de Blanca Álvarez, El amante Japonés de Isabel Allende, El viaje de Tanaka de David Cantero, etc. Además no os olvidéis de los Mangas, que tenéis tanto en la biblioteca como en Librarium.

¡Feliz viaje y Arigatō!







Ladrillos

Este artículo va sobre ladrillos. Sí, habéis leído bien. La RAE lo define como “Masa de barro, en forma de paralelepípedo rectangular, que, después de cocida, sirve para construir muros”. Pero también como “Aquello que es pesado o aburrido”.
Realmente, cuando cae un ladrillo de estos en nuestras manos, sólo sirve para construir muros y alejar a los lectores de la literatura y el placer de leer (sobre todo a los que no tienen una gran hábito lector). Por eso no está mal que os avisemos con antelación.
¡Esta aventura es solo para los muy valientes!


Y es que hoy quiero hablar de esos libros que, por diversos motivos, no hemos sido capaces de leer en su momento, bien porque eran lecturas demasiado densas para la edad que teníamos, bien porque la temática simplemente no nos motivaba lo suficiente para seguir leyendo, porque el tamaño del libro nos acobardaba, porque la prosa era infumable, etc.
Hasta los más insaciables devoradores de libros tienen cadáveres en sus estanterías que no han podido (o sabido) leer.


En mi caso, un libro que he intentado leer en al menos cuatro ocasiones, ha sido Rayuela de Julio Cortázar. Lo quería leer porque se considera una genialidad de este autor importantísimo de la Literatura Universal. Pues bien…, la última vez que lo intenté decidí desesperada donarlo a la biblioteca por si hay algún valiente que se atreva a intentarlo.
Otro libro que dejé cuando iba por la mitad fue: La paradoja del interventor, del extremeño Gonzalo Hidalgo Bayal. Me lo recomendó un amigo y puse verdadero interés en terminarlo, pero fui incapaz.

Para Paqui, nuestra profesora de Música, su tormento fue El Quijote. Se lo mandaron leer en el colegio con trece años y le resultó intragable. Pero cuando tenía veintidós, decidió leerlo con nuevos ojos, y ahora es uno de sus libros favoritos.

Marta, de Inglés, no ha sido capaz de leer Moby Dick. El hecho de que todo gire en torno a una ballena le resultaba tan tedioso ¡que ni siquiera pudo terminar de ver la película!

Ana Belén lo intentó con Los pilares de la Tierra de Ken Follett, pero le resultó espeso y aburrido. Es curioso, pues este mismo libro le encanta a mucha gente. De hecho, fue un bestseller.

María José, de Francés, nunca deja un libro sin terminar. Por eso, años después de haberlo intentado, volvió a retomar la lectura de El árbol de la ciencia, de Pío Baroja, con gratos resultados, pues ahora es uno de sus libros de cabecera.

Para Ana María Rossiñol fue una lectura imposible el bestseller El código Da Vinci, de Dan Brown. Y eso que el libro tenía todos los ingredientes para que le gustaban. Sin embargo, tras cinco intentos sin pasar de las veinte páginas, lo dejó por imposible.
No se os ocurra por otra parte, regalarle un libro de Julio Verne; no lo soporta, se aburre mortalmente.

A José Antonio, de Tecnología, le ocurrió lo mismo con La sombra del viento, aunque finalmente consiguió leerlo (eres mi héroe), a pesar de que no le gusta como escribe.
Tampoco soporta a Calliou, que para calvos ya está él.

Juan Esteban, de Física y Química, se confiesa lector de libros raros, y abandonó la lectura de Al otro lado del túnel. Es un trabajo de investigación del psiquiatra forense José Miguel Gaona sobre experiencias cercanas a la muerte (ECM). La información le resultó excesiva para cada caso concreto y demasiado técnico. Sin embargo no descarta volver a retomarlo antes de convertirse en material de estudio del propio libro.

José Ignacio, de Historia, admite con mucha sorna pero con total sinceridad, no haber sido capaz de terminarse Teo en la escuela. ¡Ni siquiera cuando se lo leía a sus hijos!.

Lidia, de Inglés, tenía en casa el libro El perfume, que sería de alguno de sus hermanos, y decidió empezar a leerlo no muy convencida. Le gustó tanto que se leyó el libro varias veces en el mismo verano. No solo el argumento es muy original, también el protagonista Jean Baptiste Grenouille es fascinante.

Elia, de FPB1, tiene clavadita la espina de no haber podido leer El libro del buen amor, del Arcipreste de Hita, y eso que se lo recomendó su profesor de Literatura, uno de los mejores que ha tenido, por eso no descarta volver a intentarlo. Sin duda, sería un buen homenaje a dicho profesor.

Ana Nuevo intentó varias veces leer Los juegos de la edad tardía, de Luis Landero, pero a pesar de tener una cuidada prosa, le resultó extremadamente pesado y a penas pasó de las treinta páginas. Esta novela no es especialmente larga, pero no hay que confundir el tamaño con la dificultad. Hay libros que creemos que serán fáciles por tener pocas páginas, pero se vuelven verdaderos monstruos debido a la aridez de su prosa.
A ella le produce cierta sensación de culpa no terminar un libro, sin embargo le gusta seguir el consejo de Kingsley Amis: "La vida es demasiado corta para leer libros malos" (o en este caso, libros que no nos gustan).

No creáis que Eva por ser de Lengua no tiene cadáveres en el armario. El nombre de la rosa, de Umberto Eco, se le ha resistido en tres ocasiones. Eso sí, no descarta volver a intentarlo. ¡Ánimo, que tú puedes!.
Con la autora Alicia Giménez Bartlett tuvo más suerte. Tras sufrir leyendo Hombres desnudos, se aventuró a leer Mi querido asesino en serie y fue una sorpresa, pues es un libro con personajes muy trabajados y originales, y un humor muy desenfadado.

Tras esta pequeña recopilación de buenos ladrillos sólo me queda invitaros a sufrir un poquito, pues aunque a veces estos libros quedan desterrados para siempre de nuestros propósitos de lectura; otras, volvemos a darles una oportunidad años más tarde y curiosamente nos sorprendemos gratamente perdidos entre sus lineas y, ¿quién sabe?, a veces no solo descubrimos por fin ese libro, sino a nosotros mismos, antes y después de leerlo.


¿Y tú? ¿Guardas algún cadáver en tus estanterías?
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