miércoles, 12 de febrero de 2014

Recomiendo... El Hobbit

John Ronald Reuel Tolkien (1892-1973) es, sin duda, unas de las figuras más sobresalientes de la literatura universal. Profesor de lingüística en Oxford, políglota enamorado de los lenguajes que inventaba, narrador de cuentos para sus hijos y sus amigos del grupo de los Inklings, quiso dotar a Inglaterra de una mitología propia basándose en las antiguas sagas nórdicas, salpicadas con influencias del Beowulf y Sir Gwayn y el Caballero Verde, narró el origen del mundo desde el comienzo hasta los hechos ocurridos en El Hobbit y El Señor de los Anillos. 
(Fuente: Austral Narrativa)


Escrito como cuento para los hijos del autor, en El Hobbit acompañamos a Bilbo Bolsón en sus extraordinarias aventuras viajando hacia la Montaña Solitaria en busca del tesoro robado por el dragón Smaug.


Este ha sido siempre uno mis libros favoritos, ahora mundialmente conocido por el éxito de las películas de El Señor de los Anillos y de El Hobbit, y te gustará si te gustan los libros de aventuras como La isla del tesoro y los libros de fantasía y magia como los de la saga Harry Potter. En realidad parece un cuento para niños, pero está tan bien contado y tiene la suficiente dosis de ironía y encanto para gustar a cualquier edad. Lo leí con 13 años y quedé encantado con ese mundo ideado por Tolkien en el cual evadirme y seguir las aventuras con los personajes de la historia.  

3 comentarios :

  1. Lo comencé cuando tenía unos once años, pero me resultó complejo, así que lo dejé. ¡Tolkien es otro de mis eternísimos pendientes! ;).

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  2. Tolkien puede resultar un plomazo también si no te gusta mucho la fantasía. Pero por lo menos no te dejes llevar por la idea que te puedes hacer de las películas, sobre todo con El hobbit, que buscan espectáculo y acción principalmente.
    Yo siempre digo de cualquier libro, empieza pero si llevas unos capítulos y eso no te gusta, déjalo, y encuentra algo mejor, que hay mucho para leer.

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  3. Totalmente de acuerdo. Yo hace años, tenía una manía, por llamarla así: no abandonar ningún libro. Para cuando leí el de Tolkien (o hice el intento) ya la había dejado, menos mal.

    La verdad es que hay mucho donde elegir, y si un libro no te atrapa, para qué perder el tiempo.

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